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Artículo del Embajador Wei Qiang Fundamentos Históricos y Jurídicos del Principio de Una Sola China
2022-09-01 06:23

El principio de una sola China, que proclama que en el mundo no hay más que una sola China, que Taiwan forma parte inalienable del territorio chino y que el de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China, es un consenso general de la comunidad internacional y una norma fundamental regidora de las relaciones internacionales. Es la base política sine qua non sobre la cual China establece, mantiene y desarrolla relaciones diplomáticas con todos los países del mundo. De hecho, hasta la fecha, 181 de los algo más de 190 países miembros de las Naciones Unidas tienen establecidas relaciones diplomáticas con China sobre la base del compromiso con dicho principio, testimonio contundente de la plena validez y fuerza vinculante del principio como norma legal internacional, validez y fuerza sólidamente fundamentadas sobre hechos históricos y jurisprudenciales.

La idea de que Taiwan es de China o que pertenece a China data de tiempos inmemoriales. El relato histórico más antiguo sobre Taiwan es un libro escrito por un chino en el año 230 DC, una incuestionable constancia de la temprana presencia y actividades de chinos en la isla. En 1335, la Dinastía Yuan (1271—1368) creó la Dirección de Patrulla e Inspección sobre la región de Taiwan, encomendada de la administración de asuntos civiles de la región, dando inicio al ejercicio efectivo de la jurisdicción sobre Taiwan por el gobierno central de China.

En 1895, producto de su derrota en la guerra sino-japonesa del año anterior, la Dinastía Qing se vio obligada a ceder Taiwan al Imperio Japonés, que durante 50 años sometió a Taiwan a su dominio colonial, hasta 1945, cuando, derrotado en la segunda guerra mundial, Japón se rindió incondicionalmente a las fuerzas aliadas, a la luz de los términos de la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam, dos instrumentos trascendentales del derecho internacional que,  al exigir al Japón la devolución inmediata de todos los territorios chinos usurpados por él a China, incluyendo la isla de Taiwan y todas las islas aledañas, restablecían, con toda contundencia legal, la soberanía china sobre la región de Taiwan.

Producto de su derrota en la guerra civil de 1945-1949, el colapsado régimen de Guomindang huyó a la provincia china de Taiwan, mientras en la parte continental de China se proclamó la fundación de la República Popular China, cuyo gobierno sucedía, naturalmente, en hecho y derecho, al gobierno anterior como representante legítimo del Estado chino. 

La llamada cuestión de Taiwan es meramente un legado de la susodicha guerra civil china y, por ende, un asunto interno chino, que sólo puede ser resuelto por los propios chinos de ambos lados del estrecho de Taiwan. El hecho de que Taiwan se encuentre de facto en estado de separación de la parte continental de China no puede, en ningún concepto, alterar su status legal como parte inalienable del territorio chino, ni la indivisibilidad de la soberanía e integridad territorial de China. De ahí el consenso internacional inamovible de reconocer a Taiwan como parte de China y nunca como entidad política independiente.

La cuestión de Taiwan es una cuestión existencial para la nación china ya que atañe a su soberanía e integridad territorial, su interés nacional vital, una y otra vez ultrajado por potencias extranjeras en el pasado cuando China era débil, dividida y desorganizada. Hoy día, nación de paz y respetuosa para con los intereses de soberanía de todos los países, China está decidida a defender sus propios intereses de soberanía, integridad territorial y dignidad nacionales de cualquier agresión y ofensa, venga de donde venga. Respecto a la cuestión de Taiwan, el gobierno chino abriga la más sincera voluntad y hará el mayor de los esfuerzos por resolverla por medios pacíficos pero, frente al peligro real de los elementos secesionistas de Taiwan de buscar la “independencia”, así como de fuerzas forráneas que intentan jugar la “carta de Taiwan”para intervenir en los asuntos internos de China y minar la seguridad nacional china, se reserva todo el derecho a tomar cualquier medida necesaria para conjurar ese peligro.


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