Portada > Aviso
Intervención del Embajador Wei Qiang en el Almuerzo Ejecutivo de APEX
14 de agosto de 2019
2019-08-19 22:12

      Estimado Sr. Lic. Rosmer Jurado, Presidente de APEX y otros distinguidos señores miembros de su Junta Directiva;

      Amigas y amigos empresarios, en particular del sector exportador, de Panamá;

      Damas y caballeros:

      Sean mis primeras palabras para agradecerle sinceramente a APEX por su gentil invitación a este servidor y mis colaboradores de la embajada china a este magnífico almuerzo ejecutivo para compartir entre todos ideas relacionadas al potencial exportador panameño a mi país, la República Popular China.

      Sobre este particular soy, en líneas generales, un optimista. Siento que existe ciertamente un gran potencial, por varias razones:

      La primera consiste, a mi modo de ver, en la más firme política aperturista, librecambista y globalizadora que mantiene y mantendrá China a largo plazo.

      China es de la opinión de que el mundo en que hoy vivimos es uno ya de profunda interdependencia económica, con mercados inseparablemente interconectados. Si bien es de reconocer que la globalización económica todavía adolece de grave falta de inclusión, su solución, sin embargo, no puede ser otra que afianzando el compromiso de todos con una mayor liberalización y facilitación del comercio e inversión al tiempo que trabajando entre todos por mejorar la gobernanza global en aras de un desarrollo global más equilibrado y que genere beneficios más generalizados.

      En tal sentido, China piensa que los países han de adherirse al espíritu de colaboración y comunicación en pie de igualdad, buscando terrenos comunes y sinergias por encima de las diferencias. Ese es, precisamente, el espíritu de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China y abierta a la participación de todo el mundo, en busca de nuevas oportunidades de desarrollo compartido a través del fortalecimiento de la interconectividad global, tanto en los planos político, infraestructural, comercial y financiero, así como también, de importancia trascendental, en el plano humano-cultural, o sea, de la mejora del entendimiento de pueblo a pueblo.

      Consecuente con su compromiso con la globalización, China ha cumplido con todas sus obligaciones de reducción arancelaria contraídas al incorporarse a la OMC en 2001, bajando su promedio arancelario al actual 7,5% y extendiendo a todos sus socios comerciales el trato nacional; y ha implementado el régimen de "Lista Negativa", diseñado para simplificar al máximo los trámites de acceso a mercado.

      Liberado en líneas generales el sector manufacturero, se están reduciendo visiblemente las restricciones al acceso al sector servicios, en particular al financiero. A ello se agrega el esfuerzo por mejorar el ordenamiento jurídico en protección de la propiedad intelectual. En el 2018, China pagó más de US$30 mil millones en regalías por patentes y tecnologías importadas, casi cuatro veces la cifra de hace 10 años.

      El compromiso chino con la apertura integral se ve claramente reflejado, también, en el continuo fomento a la inversión extranjera en áreas prioritarias como manufactura de alta calidad, informática, fabricación de máquina-equipo, industria farmacéutica y nuevos materiales. Se van disminuyendo las restricciones a la inversión extranjera en los servicios de telecom y de transporte. Se ampliará la apertura bilateral del mercado de bonos. Continuaremos reduciendo, de manera voluntaria, los niveles arancelarios generales y eliminando las barreras no arancelarias en el afán de incrementar y facilitar la importación de bienes y servicios.

      Seguiremos perfeccionando y agilizando la legislación relativa a la apertura. La Ley de Inversión Extranjera, junto con un conjunto de normas y reglamentos complementarios, entrarán en vigor a partir del 1º de enero de 2020; y la protección de propiedades intelectuales se verá reforzada con la introducción de un mecanismo de indemnización punitiva para acabar con todo tipo de infracciones y falsificaciones.

      Damas y caballeros, amigos todos:

      China está dotada de un mercado inmenso, abundantes recursos humanos, un entramado industrial completo y nuevos y dinámicos motores de crecimiento, factores todos que, más unas políticas públicas acertadas para hacer frente a los desafíos y dificultades, han permitido que la economía china, si bien bajo fuertes presiones a la baja, no haya dejado de crecer a la adecuada tasa de entre 6 y 7 por ciento. Y es de esperar que la economía China seguirá gozando de una sólida fortaleza y ductilidad para sostener un buen desarrollo a largo plazo.

      Damas y caballeros:

      China permanecerá enfocada en profundizar las reformas orientadas al mercado, con estándares clase mundial, bajo el imperio de la ley y con miras a vigorizar aún más a todos los actores del mercado. Seguiremos trabajando con ahínco por implementar una estrategia de desarrollo centrada en la innovación y en el cultivo de nuevos motores de crecimiento, potenciando de modo creciente la demanda interna y asegurando un crecimiento saludable que redunde en la mejora efectiva del estándar de vida del pueblo y, con ello, en más oportunidades de negocios al resto del mundo.

      He aquí mi segundo punto de vista a compartir con ustedes: que el desarrollo actual y a futuro de China significa importantes oportunidades de negocios para América Latina y el Caribe, Panamá entre otros países de la región.

      China y América Latina y el Caribe, siendo por igual países en vías de desarrollo y fuerzas emergentes en un mundo lleno de incertidumbres, ambas partes enfrentadas por igual tanto a desafíos como oportunidades en nuestro esfuerzo común por adelantar reformas estructurales e incrementar la capacidad de desarrollo autónomo, son altamente complementarias en lo económico y comercial, complementariedad que ha permitido que en las últimas dos décadas el comercio bilateral haya registrado saltos espectaculares-de los 10 mil millones de dólares a principios del presente siglo a más de 300 mil millones de dólares ahora, China llegando a ser el segundo socio comercial de América Latina y el primero de varios países de la región.

      A su vez, América Latina se encuentra entre las regiones que han visto aumentar más rápidamente sus exportaciones a China, siendo también un destino importante de las inversiones chinas en el extranjero.

      Es de enfatizar que la estructura comercial entre ambas partes ha venido en los últimos años optimizando visiblemente, entrando en China crecientes cantidades de bienes latinoamericanos de alto valor agregado, tales como aviones regionales, productos farmacéuticos, vinos y muchos otros agropecuarios cuya producción contiene muy fuertes dosis de alta tecnología y que por tanto se hallan en realidad en eslabones bastante superiores de la cadena de valores. El esquema tradicional de manufactura china a cambio de productos primarios latinoamericanos está siendo rápidamente superado. También vale la pena señalar que con sus inversiones en América Latina, que hoy por hoy rondan alrededor de los 200 mil millones de dólares, creando cerca de dos millones de empleos, China desea jugar y de hecho está jugando un rol positivo en contribución a la re-industrialización latinoamericana.

      En pocas palabras, en pos de las mismas metas de alcanzar mayor nivel de competitividad y de desarrollo autónomo, valiéndose de la imperante e indetenible tendencia de la globalización e interdependencia económicas, China y los países latinoamericanos se empeñan en una cooperación Sur-Sur de nuevo tipo cuyas características más eminentes son la igualdad y el mutuo beneficio.

      Damas y caballeros, amigos todos:

      De lo anteriormente expuesto, de pronto no faltarán quienes pregunten: "y de todo eso ¿qué hay pa´ Panamá? Pues mi tercer punto de vista a compartir se refiere a la manera como uno visualiza el futuro de la cooperación económica y comercial entre China y el país hermano de Panamá.

      Al tomar la correcta decisión de establecer relaciones diplomáticas entre China y Panamá, ambos gobiernos contemplaban, con gran confianza, basada sobre las ventajas comparativas de uno y el otro país, la formación de una robusta, amplia y mutuamente provechosa agenda de cooperación bilateral, la cual, sin lugar a dudas, ha registrado avances bien alentadores en apenas dos años, base sobre la cual resulta menester trazar el rumbo del nuevo quinquenio para un desarrollo estable y saludable y de largo aliento de la cooperación binacional en general y en el ámbito económico-comercial en particular entre las dos naciones, una la segunda economía más grande del mundo, hasta hace no mucho tiempo más conocida como la fábrica del mundo pero que en realidad era también un ávido importador de todo tipo de productos foráneos y lo será cada día más, con importaciones previstas del orden de 8 trillones de dólares en los próximos 5 años; y la otra privilegiado hub regional logístico, marítimo, aéreo, comercial y financiero.

      Dos naciones muy diferentes por cierto en muchas cosas pero altamente identificadas una con la otra en defender el libre comercio y la conectividad globales y una globalización económica inclusiva, de beneficios generalizados.

      La Expo Internacional de Importaciones de Shanghai constituye un escenario ideal para que tanto China como Panamá saque partido de sus relaciones de cooperación y de sus conceptos compartidos en favor del libre comercio y de la gran conexión, económica y humana. La exitosa participación panameña en la primera edición de la Expo así lo ha demostrado y, estoy convencido, la segunda, a tener lugar a principios de noviembre del presente año, lo hará una vez más y con más abundantes buenos resultados.

      Otra buena nueva es la Cumbre Empresarial China-CELAC, a tener lugar aquí en Panamá en diciembre, ocasión que congregarán a autoridades y empresarios chinos y latinoamericanos y caribeños en una plataforma amplia y de rico contenido, cubadora de buenos resultados de la cooperación e intercambio económico-comercial entre ambas partes.

      Así que termino reiterando mi optimismo cara al próximo periodo de la cooperación con el sector privado panameño en busca de resultados ganar-ganar y, desde luego, mi pragmatismo con que yo y mi embajada toda estamos dispuestos a trabajar, en estrecha colaboración con la parte panameña en general y con su sector privado en particular, a fin de materializar el optimismo en resultados tangibles.

      Muchas gracias.

Para sus Amigos :   
Imprimir